Aunque no se tiene muy claro el origen de las runas, se piensa que los vikingos las comenzaron a utilizar en la Edad de Bronce.

Son construidas en diversos materiales como piedra, hueso o incluso materiales preciosos, pero quizá el más adecuado es la madera, ya que además de tratarse de una materia orgánica viva, según la mitología los seres humanos fueron creados de madera. Por otra parte es el material más habitual tradicionalmente utilizado.

Para la elaboración de estas runas he utilizado unas maderas con unas propiedades muy singulares como son el amartanto y el tejo. El amaranto cuyo color violeta lo adquiere por su exposición a la luz solar. El tejo, únicamente para la runa que simboliza a este árbol sagrado. La representación de los distintos símbolos he realizado mediante pirograbado.




CAJA PARA GUARDAR LAS RUNAS VIKINGAS

Una caja de ciprés con su tapa y base de la misma pieza. El hueco interior hecho a medida con lo que se asegura su perfecto alojamiento.
El ciprés además del característico olor que desprende, es una de las maderas más resistentes al ataque de los insectos xilófagos. También es especialmente resistente a resto de ataques biológicos y ambientales.



 
El primero de los sarcófago antropomorfos alojado en el interior del sarcófago de cuarcita rosa de la tumba de Tutankamón era de madera de ciprés revestido de una capa de oro.

En el acabado de estas maderas he optado por la utilización como es habitual en mis trabajos de productos naturales. Para las runas vikingas, aceite de camelias; para la caja goma laca de elaboración propia descerada.